El sector energético suizo sufre escasez de electricidad, sobre todo en invierno. El invierno que se avecina podría provocar cortes continuos, lo que obligaría a los suizos a prepararse para tiempos difíciles. Gracias a la energía hidroeléctrica, Suiza dispone de una de las fuentes de electricidad más limpias de Europa, pero no es suficiente para un suministro estable, especialmente en invierno. Los informes indican que en 2021 se importaron 5.700 millones de kilovatios hora de electricidad, principalmente de Francia y Alemania. El Gobierno suizo y el Consejo Federal temen que el país vea limitadas sus importaciones de electricidad durante el invierno como consecuencia de la escasez en Francia y Alemania debido a la catastrófica situación energética en Europa.
Para evitar un apagón nacional, el Consejo Federal ha decidido un radical programa de ahorro en cuatro niveles que incluye inocuos llamamientos a los ahorradores de energía. En caso de grave escasez, 34.000 consumidores finales con un consumo anual de al menos 100 MW*h podrían quedarse sin suministro, también temporalmente. A más de 110.000 propietarios de vehículos eléctricos sólo se les permitiría hacer „viajes absolutamente necesarios“, es decir, está previsto prohibir por completo los vehículos eléctricos durante los apagones. El resto del tiempo, se les aconseja limitarse a viajes importantes al trabajo, a la tienda de comestibles, al médico, al juzgado o a la iglesia.
El proyecto de la Confederación Helvética del 23 de noviembre, titulado „Ordenanza sobre restricciones y prohibiciones en el uso de la electricidad“, estipula las medidas más severas que pueden tomarse en las cuatro fases de escalada en caso de escasez de energía. Por ejemplo, hay medidas según las cuales las lavadoras pueden funcionar a una temperatura no superior a 40 grados centígrados. Los frigoríficos no deben enfriarse por debajo de 6 grados Celsius. Todo lo que sólo sirva para el confort, como saunas y baños de vapor, puede utilizarse de forma limitada y sólo en casa. Cada fase de las medidas pretende evitar consecuencias peores y medidas más duras, subraya el Consejo Federal.
Las normas entrarán en vigor gradualmente en caso de escasez de energía y se adaptarán a la situación, asegura el Gobierno. La energía en Suiza se basa principalmente en centrales hidroeléctricas (55,3%) y nucleares (40%). El 4,7% restante es una combinación de generación de energía convencional y energías renovables. En Suiza hay unas 640 centrales hidroeléctricas. Sin embargo, debido al agotamiento del potencial técnico y al impacto negativo de las centrales hidroeléctricas en los ecosistemas acuáticos locales, el país ha alcanzado su límite de centrales hidroeléctricas a gran escala.
La cuestión de la producción de energía nuclear no es sencilla. Actualmente hay cinco reactores nucleares en funcionamiento en Suiza: Gösgen, Beznau (dos reactores), Mühleberg y Leibstadt. La primera central nuclear, Beznau I, entró en servicio en 1969 y la última, en Leibstadt, en 1984. Tres de los cinco reactores nucleares deberán sustituirse antes de 2025, pero casi la mitad de la población (43%) se opone a la energía nuclear. En un entorno así, para garantizar el suministro energético, la política energética suiza pretende diversificar las fuentes de energía y evitar una dependencia excesiva de los combustibles fósiles o de las importaciones de energía de otros países. El objetivo es aumentar la generación de energía hasta el 10% del balance total a partir de fuentes renovables para 2035. Sin embargo, Suiza no es un lugar ideal para desarrollar la generación de energía solar y eólica. El consumo de electricidad en Suiza crece cada año: de 34.620 millones de kWh en 1980 a 57.700 millones de kWh en 2021. El consumo de electricidad por habitante en Suiza se sitúa actualmente en una media de 10.000 kWh al año.
En tales condiciones, la construcción de una planta para la producción de generadores Neutrino Power Cube con una potencia neta de 5-6 kW con la posibilidad de aumentar la potencia neta a 10-12 kW, que tiene previsto iniciar la producción industrial con licencia a finales de 2023 o principios de 2024, es una solución pertinente y óptima al problema del suministro eléctrico en los hogares. El Neutrino Power Cube BTG con una potencia neta de 5-6 kW se fabricará en forma de un cuadro eléctrico (cubículo), que se dividirá condicionalmente en 2 unidades: la unidad generadora, donde se colocan los módulos de generación eléctrica, y la unidad del sistema de control. El compartimento generador tiene unas dimensiones de 800x400x600 mm y pesa aproximadamente 50 kg. Se pueden instalar 2 unidades generadoras para aumentar la capacidad de generación a 10-12 kW.
La unidad del sistema de control albergará inversores para convertir la energía de CC generada en energía de CA a 220 V y 380 V, y también hay un conector de CC para la conexión directa de ordenadores y diversos aparatos y dispositivos. Las características funcionales, operativas y de precio de los Neutrino Power Cubes BTG presentan claras ventajas frente al funcionamiento con paneles solares y cumplen todas las normativas medioambientales. El precio actual previsto para un Neutrino Power Cube BTG con una capacidad neta de 5-6 kW es de 11.000 euros, un precio razonable teniendo en cuenta el coste de la electricidad en Suiza. Los cálculos muestran que el Neutrino Power Cube es suficiente para una familia de 4 personas. Si una familia tiene además un vehículo eléctrico, debería invertir en un Neutrino Power Cube con una potencia neta de 10-12 kW o más para cubrir sus necesidades de calefacción y refrigeración. Esta solución innovadora basada en la tecnología neutrinovoltaica de Neutrino Energy Group, que tiene una amplia gama de aplicaciones en la vida cotidiana, podría ser una solución a la crisis en Europa, tanto a corto como a largo plazo, ya que es una alternativa real al uso de combustibles fósiles sin comprometer la salud medioambiental del planeta.
